Hay una clara asociación de la plagiocefalia a la escoliosis vertebral, de hecho, a la torsión esfenobasilar, de manera más o menos coloquial, la denominamos escoliosis craneal. No tardará mucho en establecerse como denominación en osteopatía ya que los parámetros de torsión y de deformación son de aspecto escoltóico aunque no pertenezca literalmente a la columna vertebral, además, la información que ofrece a la columna vertebral es la de escoliosis.
No existe una plagiocefalia sin una actitud escoltóica vertebral que la compense, en mayor o menor medida pero así es. La torsión esfenobasilar, relacionada con la mala alineación de los occipitales y la modificación del posicionamiento craneal en relación a las cervicales; la relación directa del occipital con el sacro, adquiriendo un posicionamiento “idéntico”, salvando las diferencias anatómicas y de relaciones articulares, hace que su actitud postural alimente el propio proceso lesional implicado al cuerpo entero como unidad. Esto hace que la manera en la que hay que trabajar una plagiocefalia con Osteopatía Infantil sea teniendo en cuenta todos los parámetros existentes en el proceso lesional, incluso a veces, dos o tres a la vez. Con el fin de normalizar las tensiones favorables a la plagiocefalia, las tensiones del tubo dural a las tensiones plagiocefálias, y que el cuerpo entero como unidad esté a favor de la normalización global y especifica, la manera en la que vamos a trabajar es esta que vemos en este vídeo. Por supuesto, este bebé no es igual a otro, y ni siquiera este mismo está igual un día que otro, así que esto lo podemos tomar como ejemplo pero nunca como un protocolo cerrado con el fuéramos a trabajar a todos los bebés con plagiocefalia. La individualización del trabajo con Osteopatía Infantil es determinante para obtener beneficios.
Raúl Guzmán. do