En este vídeo vais a poder observar como se realiza un programa de evaluaciones en un bebé de dos meses de edad.
Lo primero que vamos a evaluar en él es el Impulso Rítmico Craneal, esto es fundamental para poder ver si existe alguna alteración en su desarrollo psicomotriz o si existe algún proceso lesional craneal osteopático.
Después vamos a realizar una evaluación de los parámetros tensionales en la cual observamos la alineación de los huesos del cráneo y las predisposiciones tensionales a sufrir una mala alineación de los huesos del cráneo que originen una deformación craneal. En este caso, en un bebé ya de dos meses de edad, de haber una predisposición tensional a sufrir una deformación craneal, ya se habría manifestado; pero en el caso de un recién nacido o un neonato de tres semanas, a veces no se observa nada de manera visual, o no es evidente a la vista, pero su actitud postural, comandada por la inercias tensiones de la predisposición a la deformación craneal hará que aparezca la evidencia visual de la deformación en cualquier momento.
En este punto del programa de evaluaciones, son detectadas muchas plagiocefalias que todavía no se han afianzado y podrían resolverse antes de que la cabeza haya crecido más, de manera que tengamos menos margen de maniobra para evitarlo.
Pares nerviosos craneales
El siguiente punto que vamos a evaluar es el de tipo compresivo que pudiera afectar a los pares nerviosos craneales. Observamos la base del cráneo, teniendo en cuenta que en función como se comporten de las tensiones aponeuróticas suboccipitales y de posicionamiento del cambio cráneo cervical, podrían estar implicando a los pares nerviosos IX, X y XII, incluso a veces al XII par craneal.
De hecho, las tensiones anormales de la base del cráneo del bebé afectan de manera directa, entre otras, a la lactancia, haciendo que pueda ser un fracaso en muchos casos. También hacemos una evaluación de los parámetros de movilidad y de movimiento craneal, vertebral y de las articulaciones periféricas, teniendo en cuenta en todo momento la fase en la que está el pequeño, en este caso, en este bebé de dos meses, tendremos en cuenta que está en una fase de reflejos y que está saliendo de ella para incorporarse a una fase en la que va a realizar movimientos voluntarios e involuntarios a la vez que ya empieza a reconocer lo que se mueve de lo que se mueve y demás; con lo cual, a nivel propioceptivo y de rango fisiológico y anatómico, para nosotros en fundamental hacer una buena evaluación articular y propiceptiva del bebé.
Por último haremos una evaluación del aparato digestivo empezando por la salida del nervio neumogástrico a nivel de la base del cráneo, siguiendo por todo el tracto digestivo, haciendo palpaciones y recibiendo sensaciones de sus movimientos involuntarios del esófago, cárdias, estómago, hígado, intestino delgado y colon. De manera que podamos reconocer si el comportamiento es normal o se ve alterado. En un bebé de 2 meses de edad, el aparato digestivo está en pleno proceso madurativo, así que existirá en él cierta descoordinación a nivel de motilidad, que pudiera generar en él más fermentaciones en la digestión, y la dificultad de expulsar los gases necesarios como para no sentir “pinchazo”, más o menos agudos originados por los gases acumulados, también observaremos el posicionamiento del cardias y las restricciones que ofrece para poder determinar el tipo de reflujo que tiene el pequeño.
Sabemos que todos los bebé tiene un reflujo fisiológico, pero no todos son importantes o producen malestar, los que se tratan con Osteopatía Infantil son lo que tienen un componente espasmódico y generan malestar. Todo el programa de evaluaciones se realizará con escuchas de Osteopatía Infantil Craneal, maniobras de Osteopatía Infantil Visceral y de Osteopatía Infantil Estructural.