Segunda parte del vídeo sobre Osteopatía Neonatal. En la parte 1 y en la parte 3 desarrollaremos al completo esta técnica de osteopatía.

En Osteopatía Neonatal, una de las evaluaciones que se hacen son precisamente para detectar a tiempo predisposiciones tensionales a deformaciones craneales en el recién nacido. Todo aparece a partir de una mala alineación de los huesos del cráneo siendo el hueso occipital el más importante de todos, le siguen los parietales y después los temporales; los frontales, estarán más o menos implicados en función de si se trata de una deformación cráneo facial o solo craneal.

La base del cráneo cubre al menos tres aspectos fundamentales a tener en cuenta: componente vascular, nervioso y mecánico músculo-esquelético, y de éstos surgen diferentes posibilidades de formas lesionales o de disfunción somática asociada, creando así la instauración de lesión de manera específica y local, e implicando y afectando al cuerpo entero como unidad.

Hay que considerar en todo momento que el occipital se está formando a partir de cartílago y que en el neonato está dividido en 6 partes más los dos cóndilos, son las porciones basilares las que, en definitiva, cobran más importancia y por lo tanto más protagonismo a la hora de comandar una deformación craneal, sobre todo en el caso de las plagiocefalias.

Base del cráneo

Las porciones basilares junto con las porciones petrosas de los huesos temporales conforman la base del cráneo y por consiguiente la superficie de la articulación cráneo-cervical y, entre otras, el cambio de meninges intracraneales a intrarraquídeas. Es la zona vascular más importante; al menos el 85% de la sangre que abandona el encéfalo lo hace por el agujero rasgado posterior, lo que en un cráneo maduro sería la sutura petro-temporo-occipial. Es la zona anatómica donde salen tres de los pares nerviosos craneales que más implicación de tipo lesional tensional suelen producir en el bebé, y por consiguiente, generando así una disfunción del par nervioso o de los pares nerviosos implicados: Glosofaríngeo, Neumogástrico y Espinal accesorio. Tendremos fuerzas tensionales provenientes de diferentes zonas, este hecho hace que el occipital y especialmente las porciones basilares del occipital en relación a los temporales y la primera vértebra cervical cobre una importancia muy especial.

Es el fulcro de Sutherland, los centros fisiológicos a nivel del suelo del cuarto ventrículo, junto con el cambio de meninges intracraneales a meninges intrarraquideas, y las tensiones encontradas a partir de la succión y la deglución lo que hace de esta zona un espacio tensional muy complejo y susceptible de lesionarse, generando una serie de procesos de adaptación que, en definitiva, no tienen nada que envidiar a la patología o lesión principal.

Son estas precisamente, las predisposiciones tensionales con las que vamos a trabajar en el neonato; sin embargo en el bebé trabajaremos con la información ya en marcha y estableciéndose, con la plagiocefalia afianzándose y afectando en diferentes aspectos a todo el organismo, cada caso es diferente aunque todos podrían parecerse en cierto modo.